Una Endodoncia es el tratamiento de conductos radiculares, esto corresponde a toda terapa que es practricada en el complejo destino-pulpar (es decir, la pulpa dentaria y su dentina) es un diente.
Se aplica en piezas dentadas fracturadas, con caries profundas o lesionadas en su tejido pulpar (tejido conectivo laxo) en las que se da esta sintomatología característica pulpitis.
Esta lesión puede ser reversible (con maniobras endodónticas de protección pulpar puede revertirse el proceso inflamatorio pulpar) o irreversible, cuando la unica opción terapeútica en la endodncia es la extirpación total de la pulpa dental, y la obturación tridimensional del conducto dentario.
Para saber la necesidad de una endodoncia se pueden manifestar distintos síntomas que pueden alertarnos de esta necesidad y si los padecemos quizás necesitemos una endodoncia, la pieza dental se decolora, se oscurece, o aparece dolor ante estímulos fríos o calientes en un diente con caries. Puede existir un traumatismo en el diente o restauración de la cual no se ha recuperado.
En algunas ocasiones no duele y la lesión con caries ya ha afectado a la pulpa de manera irreversible. Para realizar un diagnóstico se requiere exploración por parte de un especialista y es necesario realizar radiografía previa y de esta manera se sabrá si es necesaria una endodoncia.
Una vez que se ha extirpado la pulpa afectada, se rellenan los conductos con un material especial y se reconstruye el diente para devolverle su forma y apariencia anterior, así como reforzarlo y protegerlo.
La endodoncia se puede clasificar en tres tipos:

Cuando en la endodoncia se observa que afecta una pieza la cual tiene una sola raíz y un solo conducto pulpar.
Cuando se observa que afecta una pieza con dos raíces y dos conductos pulpares.
Cuando se observa que afecta una pieza que tiene más de dos raíces y varios conductos pulpares.